Escucha profunda y compasiva
Escuchar conlleva desarrollar el silencio interior.
Nuestra mente siempre está en marcha e intenta en todo momento ocupar todo nuestro tiempo. Cuando conversamos procuramos hacer saber al compañero cual es nuestra opinión; si estamos de acuerdo o en desacuerdo. Somos reacios a escuchar aquellas opiniones contrarias a nuestras ideas y convicciones. Normalmente estamos más pendiente de lo que sucede en nuestro interior que del mensaje que nos llega.
Para favorecer la relación y la comunicación es imprescindible trabajar la escucha. Escuchar implica una actitud de respeto, evitando el reproche, el juicio y la discrepancia. Cuando escuchamos a nuestro compañero no tan sólo oímos sus palabras, sino que las abrazamos y las aceptamos.
Este aprendizaje requiere un primer ejercicio de descubrir y reconocer cómo acostumbramos a escuchar. A este tipo de escucha se le llama Escucha profunda.
Existe otro tipo de escucha: la Escucha compasiva...
"Había una vez un mono que estaba en un árbol... feliz, satisfecho y contento.
Bajó su mirada y vio en el río un pez. Bajo rápido y muy apurado.
Cogió al pez, lo subió al árbol y lo dejó allí, a su lado.
El mono estaba contento de haber salvado al pez 'que se estaba ahogando'."
Cuando vemos a nuestro compañero que sufre, que no está bien, que se encuentra en un momento personal difícil, normalmente se despierta en nosotros un deseo de ayuda. Queremos que se libere de su dolor para que vuelva a disfrutar de la vida.
No nos damos cuenta, pero ese deseo se basa en una necesidad nuestra. Se trata de una actitud egoísta. Con esta actitud no le permitimos seguir su camino, su propio ritmo, la senda que lo llevará a su crecimiento personal, a su despertar. Hemos de comprender que el compañero se encuentra en el punto concreto en que se encuentra y que debemos respetar su ritmo y su crecimiento. Lo mejor que podemos hacer es 'desearle tiempo'. Para ello es indispensable observar sin juzgar y centrarnos en la compasión y no en el miedo.
Hemos de ser conscientes que proyectando salud, amor y coherencia ya estamos contribuyendo de manera plena en aquellos que nos rodean. Nuestra alta vibración de bien seguro que en algún momento resonará en los demás. De hecho, así es como se ha obrado en nosotros mismos.
"Si su pasado fuera tu pasado, si su dolor fuera tu dolor, si su nivel de conciencia fuera tu nivel de conciencia, pensarías y actuarías exactamente como él o ella. Esta comprensión trae consigo perdón, compasión y paz." Eckhart Tolle
Estos dos tipos de escucha, la escucha profunda y la escucha compasiva, son los pilares en los que se sostenta Apapachar. Creemos firmemente que son especialmente útiles en situación de fricción entre compañeros. Se trata de una dinámica de resolución de conflictos muy beneficiosa y que permite expresarnos sin caer en situaciones de reproche o culpa. "Escuchar con el corazón para encontrar la Vía"... así lo llama el Tao.